Renault ha creado un prototipo compacto y manejable denominado EZ-FLEX, el cuál propone unas dimensiones reducidas comparadas con su volumen útil: un largo (3,86m) y un ancho (1,65m) reducidos, con una gran altura (1,88m) que permite el acceso a los parkings. Su capacidad de carga de 3m3 es excepcional gracias a un cockpit compacto, sin renunciar a los atributos de un auténtico vehículo comercial. Ofrece un radio de giro de 4,5 m que le permite una excelente maniobrabilidad en las calles del centro de las ciudades.
Todo ha sido concebido para responder a las necesidades del repartidor
La carga trasera se ha optimizado gracias a una altura de carga ergonómica (760mm desde el piso) y mecanismos de apertura que permiten acceder a toda la superficie de carga de forma sencilla. El vehículo ha sido concebido también para permitir una gran diversidad de módulos traseros. Dichos módulos son flexibles para responder a las diferentes necesidades de los profesionales a los que se va a prestar.
Con él podrás acceder al centro de las ciudades, ofreciendo una autonomía de 100 km, adaptada a las necesidades de las entregas urbanas (la media kilométrica de las entregas urbanas es de 50 km al día).
Además, cuenta con amplio acceso al puesto de conducción para facilitar las entradas y salidas, un tablero de bordo legible y central que permite una lectura simple y rápida a las informaciones de conducción, una visibilidad sobre los peatones y el entorno urbano simple y eficaz. La relación entre « el hombre y la máquina » es moderna y anclada en el universo de los smartphones. Propone servicios y aplicaciones ligadas al vehículo y puede incorporar aplicaciones específicas relativas a la actividad de diferentes actividades profesionales.
En un mundo en el que la rápida urbanización de las ciudades llevará a más del 60% de la población a vivir en las mismas en 2030
El movimiento de personas no es el único que necesita tener otra visión. También comienza una nueva era para la circulación de mercancías: rapidez, flexibilidad y fiabilidad son las principales características de las nuevas expectativas de los consumidores, en un momento en el que el número de compras realizadas online está creciendo a un ritmo vertiginoso.
Esta demanda de unos tiempos de entrega cada vez más altos y precisos va acompañada de una normativa cada vez más estricta en las ciudades y en los centros urbanos.